Parece que no se aguantó más. En cuanto a términos
escatológicos se refiere, muchos dicen que cuando tenés que hacer, tenés que
hacer y que ante la desesperación no hay lugar que se salve.
Sucedió en la madrugada del fin de semana pasado cerca de
Carlos Paz, más precisamente en un popular boliche de la laguna de San Roque.
Parece que después de tanta mezcla y sin remordimiento
alguno, el fino caballero se sentó en un puff del centro de la pista y obedeció
al "llamado interno".
Todos los que estaban presentes hicieron una ronda para
mirarlo. Hay quienes sacaban fotos, filmaban y hasta aplaudían sin que al joven
se le moviera un pelo.
Vergüenza para algunos, diversión para otros, lo cierto es
que se desubicó un poco este joven. ¿Lo dejarán pasar este sábado al boliche?
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