El 2 de Abril de 1982 el gobierno militar de facto inició la
invasión de las Islas Malvinas. Fue un acto desesperado por mantenerse en el
poder debido a que el gobierno de Galtieri estaba comenzando a ser criticado
porque era inocultable la profunda crisis económica y social que atravesaba el
país producto de las políticas neoliberales que había llevado a cabo el
entonces Ministro de Economía Martínez de Hoz, y a esto se le sumaban las
denuncias en el plano internacional por las violaciones a los derechos humanos
y la desaparición de personas durante esos años.
Esta
invasión, realizada sin ningún tipo de planeamiento, perjudicó de una forma
irreparable al pueblo argentino ya que se convirtió en uno de los hechos más
dolorosos de nuestra historia pero en ese momento casi nadie imaginaba lo que
iba a pasar, y si alguno veía las cosas con claridad, debía callar por el temor
que habían impuesto los militares.
¿Y los medios de comunicación qué papel cumplían? Legitimaban la guerra, ya sea por presiones de la junta militar o porque apoyaban realmente la causa del gobierno de facto y aprovechaban la ocasión para mejorar la decaída imagen de la dictadura. La información fue tergiversada, distorsionada, manipulada con el objetivo de inventar un clima victorioso que legitime al gobierno. Un ejemplo de este engaño, fue la información difundida por el noticiero “60 minutos”, que se emitía por ATC, que generaba constantemente la sensación de que Argentina iba a ganar la guerra, a través los reportes de Nicolás Kasanzew, que cabe señalar, era el único enviado televisivo en las Islas.
Al haber un solo periodista en el lugar de los hechos, los otros medios lo único que hacían era reproducir lo que se transmitía en la señal estatal y esto generaba una realidad inexistente porque en ningún momento ocurrió las cosas que publicaban, por ejemplo, las revistas con títulos como "Euforia popular por la recuperación de Malvinas”, "Estamos ganando”, o "En las Malvinas hay gobierno argentino”.
La afirmación de que hubo medios que apoyaron la guerra se alimenta aún más sabiendo que nunca tuvieron una intención real de investigar lo que verdaderamente ocurría con los 5000 soldados que fueron a las Islas. Las pésimas condiciones de vida que tuvieron que pasar, sumado al agravio psicológico y físico que les provocaba la muerte de centenares de compañeros y el constante maltrato militar, nunca fueron información que se publicó en la primera plana de ninguno de los diarios de mayor circulación del país.
Los militares usaron y aprovecharon a los medios. Los medios le mintieron a la gente, crearon la ilusión de que las Malvinas ya estaban en nuestro poder y cuando nos enteramos de la verdadera realidad ya era tarde y el dolor irreparable.
Pero a pesar de la derrota, lo que no se dice nunca es que gracias a los chicos que dieron su vida por el país y a los que volvieron con la gloria de haber dejado todo por nosotros, la dictadura militar perdió y debió llamar a elecciones, demostrando su incapacidad para gobernar el país. Gracias a los combatientes de Malvinas, la gran mayoría del pueblo argentino por fin se convenció (queda gente que aún prefiere la dictadura) de que la democracia es el camino a seguir.
¿Y los medios de comunicación qué papel cumplían? Legitimaban la guerra, ya sea por presiones de la junta militar o porque apoyaban realmente la causa del gobierno de facto y aprovechaban la ocasión para mejorar la decaída imagen de la dictadura. La información fue tergiversada, distorsionada, manipulada con el objetivo de inventar un clima victorioso que legitime al gobierno. Un ejemplo de este engaño, fue la información difundida por el noticiero “60 minutos”, que se emitía por ATC, que generaba constantemente la sensación de que Argentina iba a ganar la guerra, a través los reportes de Nicolás Kasanzew, que cabe señalar, era el único enviado televisivo en las Islas.
Al haber un solo periodista en el lugar de los hechos, los otros medios lo único que hacían era reproducir lo que se transmitía en la señal estatal y esto generaba una realidad inexistente porque en ningún momento ocurrió las cosas que publicaban, por ejemplo, las revistas con títulos como "Euforia popular por la recuperación de Malvinas”, "Estamos ganando”, o "En las Malvinas hay gobierno argentino”.
La afirmación de que hubo medios que apoyaron la guerra se alimenta aún más sabiendo que nunca tuvieron una intención real de investigar lo que verdaderamente ocurría con los 5000 soldados que fueron a las Islas. Las pésimas condiciones de vida que tuvieron que pasar, sumado al agravio psicológico y físico que les provocaba la muerte de centenares de compañeros y el constante maltrato militar, nunca fueron información que se publicó en la primera plana de ninguno de los diarios de mayor circulación del país.
Los militares usaron y aprovecharon a los medios. Los medios le mintieron a la gente, crearon la ilusión de que las Malvinas ya estaban en nuestro poder y cuando nos enteramos de la verdadera realidad ya era tarde y el dolor irreparable.
Pero a pesar de la derrota, lo que no se dice nunca es que gracias a los chicos que dieron su vida por el país y a los que volvieron con la gloria de haber dejado todo por nosotros, la dictadura militar perdió y debió llamar a elecciones, demostrando su incapacidad para gobernar el país. Gracias a los combatientes de Malvinas, la gran mayoría del pueblo argentino por fin se convenció (queda gente que aún prefiere la dictadura) de que la democracia es el camino a seguir.