Un domingo 21 de diciembre de 1913, el diario New York World publicó el primer crucigrama, llamado entonces "puzzle de palabras cruzadas", obra del periodista Arthur Wynne, nacido en Liverpool (Reino Unido) y emigrado a Estados Unidos.
Con forma de diamante, tenía 31 definiciones además de una palabra ya escrita: "Fun" (Diversión), y esta instrucción: "llene los pequeños cuadrados con palabras que se adecúen a las siguientes definiciones".
Aunque a finales del siglo XIX ya había habido en varios países europeos algunos intentos muy primitivos que no tuvieron continuidad, el invento de Wynne reunía todas las características de los crucigramas modernos.
El juego fue un éxito inmediato y comenzó a aparecer de forma habitual en la sección de pasatiempos de la edición dominical del diario.
Según los expertos, una de las claves para lograr un buen crucigrama es, aparte de que las palabras encajen entre sí, elaborar buenas definiciones, que tengan el nivel adecuado de dificultad y añadan un poco de humor o algún giro que aporte algo de intriga a las neuronas.
¿Y qué deben tener quienes los resuelven? Además de un buen conocimiento del lenguaje, un interés en la actualidad y tener buenos referentes culturales.
Fuente: Extraído de Globovisión
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