La ciudad de Pekín permite desde hoy a las parejas en las
que uno de los dos cónyuges no tenga hermanos tener un segundo hijo, informaron
las autoridades locales de la capital china, una de las primeras divisiones del
país que aplica la relajación de la controvertida “política del hijo único”.
La medida fue aprobada el 28 de diciembre por el Legislativo
chino, que ordenó a provincias, regiones y municipios del país que la aplicaran
paulatinamente, lo que ya han hecho, antes de Pekín, la vecina ciudad de
Tianjin y las provincias orientales de Zhejiang, Jiangsu y Anhui, cercanas a Shanghái.
Esta última ciudad, la mayor del país, ha anunciado que
aplicará la ordenanza antes de mitad de año, junto a otras seis provincias y
regiones de la treintena que hay en el país.
Antes de la relajación de la política, sólo aquellas parejas
urbanas en las que ni el padre ni la madre tenían hermanos podían tener un
segundo vástago, un requisito que ahora sólo deberá cumplir uno de los
cónyuges.
Autoridades sanitarias y de planificación familiar chinas
estiman que esta reforma hará que nazcan dos millones de niños chinos más cada
año, lo que aumentará de siete a nueve millones la cifra total de nacimientos
anuales.
La política del hijo único se inició a finales de los 70 y
principios de los 80 para frenar la superpoblación, pero en los últimos años
expertos y legisladores chinos han abogado por su relajación, debido a
problemas como el rápido envejecimiento poblacional o la escasez de mano de
obra.
Extraída de lapatilla
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