A las 15.15 de Argentina comenzó la fiesta de apertura del evento futbolístico más importante del mundo con tres diferentes temáticas relacionadas a Brasil: la naturaleza, la danza y el fútbol. El espectáculo fue duramente criticado en las redes sociales y el estadio Arena Corinthians no estaba colmado como se esperaba.
Sin discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ni
del titular de la FIFA, Joseph Blatter, la sede del Mundial 2014 decepcionó con
una apertura discreta, a pesar que costó nueve millones de dólares.
El primer acto de la ceremonia inaugural fue muy colorido,
aunque aburrido. El sonido no ayudaba a los bailarines que intentaban
representar a la vegetación y las danzas típicas de cada región de Brasil
alrededor de una enorme pelota de fútbol de LED que proyectaba imágenes.
Para la segunda fase, un niño en función de árbitro irrumpió
con una tarjeta roja para que los bailarines abandonen el campo de juego y le
den lugar a unos 60 chicos que representaron a todos los países clasificados
para la fase final, que pelotearon en la cancha.
Para cerrar, Pitbull,
la cantante brasileña Claudia Leitte y Jennifer López quienes salieron de la
enorme pelota, que se abrió como una flor,
cantaron "We Are One", la canción oficial de la copa del mundo.
Las críticas en las redes sociales, principalmente en Twitter, no tardaron en llegar y el pico máximo de rating fue de 23.3 puntos. Una ceremonia que le faltó el "calor" y el ritmo que se esperaba de un país como Brasil.
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