sábado, 29 de marzo de 2014

CRONICA DE UN PADRE AUSENTE

Mi hijo nació hace pocos días...vino al mundo en la forma normal. Pero yo debía trabajar y pagar cuentas; aprendió a caminar durante mi ausencia. Y ya hablaba sin que yo me hubiera dado cuenta y cuando iba creciendo decía: "Yo voy a ser como tú, papá, ¿sabes? seré igual a ti".

- ¿Cuándo vuelves papá?

- No sé todavía... pero cuando vuelva estaremos juntos, juntos y felices.

Cumplió los diez años hace pocos días; dijo: "Gracias por esa pelota, papá, vamos a jugar, ¿me enseñas?" Contesté: "Otro día, hoy tengo mil cosas que hacer". "Está bien" dijo el niño y se fue alejando con una sonrisa que claramente decía: "Yo voy a ser como tú, papá, seré igual a ti".

Volvió del colegio hace pocos días hecho todo un hombre. Yo le dije entonces: "Hijo, estoy orgulloso de ti, siéntate un momento". Movió la cabeza y contestó sonriendo: "Préstame las llaves del auto, nos veremos luego..."

Ya me he jubilado, mi hijo se marchó. Le telefoneé hace pocos días: "Me gustaría verte, si puedes venir..." "Si tuviera tiempo, me encantaría- me dijo- pero en el trabajo estoy ocupado, los niños son muy chicos, no los puedo dejar; me alegro de haber hablado contigo, papá"

Cuando colgué el teléfono pensé: Ha crecido y actúa como yo. Sí, mi hijo finalmente es igualito a mí.




Fuente: Dante Gebel

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